El final del verano. Volvemos del campamento.

¡Hola!

uff, se acabó el verano y tenemos que volver al trabajo, a la rutina diaria... (escalofríos)... menos mal que dentro de nada llegará un poco de frío, lo que es igual a: peli + sofá + manta + gatos durmiendo encima. ;)

¿Qué tal habéis pasado el verano? Nosotros muy bien. En la próxima entrada os enseñaremos nuestra Roma Gatuna. ¿Y Sagu e Hirua? ¿Cómo han pasado el verano?

Pues nuestros peludetes han vuelto a su campamento de verano en Gatosphera, como el año pasado, pero bastantes más días.

Para Sagu el viaje de ida hasta el campamento fue un poco estresante, ya sabéis que no le gusta que le saquen de casa, ni el coche, ni los cambios, ni las visitas... Y como el año pasado se hizo pis encima. Pero una vez allí le vimos más confiado, aunque se metió corriendo en un tunel con el rabo entre las piernas y cara de "sois unos padres malvados".

Por supuesto nuestra Hirua tan contenta. Nada más llegar al campamento probó la comida, usó el arenero, se dio una vuelta por el césped y se asomó a las ventanas.

Estábamos un poco preocupados por Sagu, que es un cagueta, pero Almudena nos envió un vídeo y mirad, mirad... (se ve un poco mal porque es del móvil).

Después de nuestro viaje por Roma y las playas de Donosti, por fin fuimos a recoger a los peludetes. Hirua estaba tan tranquila, allí tumbada en la ventana sin perder detalle, y Sagu subido al tejado hecho una pelotilla negra. Mientras Hirua nos hacía la croqueta y nos daba sus besos y chupeteos, Sagu bajo lentamente del tejado, nos olió y se puso a ronronear.

Ya en casa, Sagu se estiró (y creció), se puso más contento que unas castañuelas, he hizo su recorrido por toda la casa. Y toda es toda, ya que nos obligó a abrir el armario para comprobar que todo estaba igual.

Por su parte Hirua, igual que el año pasado, se quedó tristona. La pobre debe de echar de menos el césped, los gatos vecinos y el cotilleo. Yo creo que allí no para, porque los tres primeros días en casa sólo dormía y dormía (más que nunca), jaja, la pobre llega agotada del campamento. Según nos dijeron todo el mundo que la veía se la quería llevar. Es una auténtica relaciones públicas.

Y por último una cosa importante. Cuando fuimos a recogerles pudimos conocer en persona a 5 gatos muy especiales: Apolo, Minerva, Estrellita, Yunus y Sirio, a los que seguimos en su blog: donde caben dos. ¡Qué ilusión! Son muy cariñosos y nada más entrar en su cabaña se acercaron a hacernos mimos. Todos menos Sirio y Estrellita. Ella porque estaba durmiendo debajo de la manta tranquilamente, pero después salió a saludarnos. A Sirio no le gustó mucho la visita y salió corriendo al jardín. Como me advirtió su madre, Apolo es enorme y yo añado que son todos guapísimos.