Todos los días al llegar a casa en la puerta me esperan Sagu e Hirua. Al abrir, Hirua se va corriendo al fondo del salón a su zona de "croquetas" y Sagu corriendo al rascador.
Mientras Sagu castiga el pobre rascador le acaricio y pone cara de felicidad, mientras miro a Hirua al fondo dale que te pego con sus croquetas hasta que voy a acariciarla.
Después van pegados a mis piernas a dejar el abrigo, al armario, al baño, a cambiarme de ropa... vamos que no dejan ni a sol ni a sombra durante unos 15 minutos. Y con eso te quitan tooodo lo malo del día.
Tus gatos son encantadores, y qué razón tienes, nuestros mininos son capaces de quitarnos todo lo malo del día :)
ResponderEliminarSaludos gatunos
Qué ricos!!! La verdad es que uno ya puede haber tenido el peor de los días que, en cuanto les ve las caritas se olvida de todo... Un besote!!!
ResponderEliminarY tanto que así os quitamos todo lo malo del día: terapia gatuna de choque.
ResponderEliminar¡Ronroneos, croquetas y felicidades a los recientes cumpleañosos!
¡Bueno! La Kaede hace unas croquetas tremendas también en la entrada de casa cuando llego, ¡hay veces que no me deja ni cerrar la puerta! Además estoy convencidísima que reconoce el ruido de mi coche (o lo torpe que soy aparcando) y llega veloz a la puerta desde la otra punta de la casa para recibirme :)
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